Es una víbora pero no venenosa, parece que sí pero no es.
-Cuál, la que está acá en el tupper? (abro el tupper, serpiente verde).
-No, no. Esa sí es venenosa!
Ay, que no pique a los nenes, que no pique a nadie!
(Me alejo, la pica a Melba)
Melba se muere, se desintegra, se vuelve marrón y veo su esqueletito desde arriba de una madera en la que me asomo. Su cuerpo ya casi desmaterializado está tirado en la tierra. Pobre Melba.