miércoles, 18 de junio de 2008

Heladeria

A mi papá le robaban 20 pesos... bah, en realidad una chica se los pedía y él se los daba. No cuenta como robo pero él despues se preguntaba dónde estaban, lo que explica mi insistencia en empezar a buscarlos.
"se los llevó una chica de remera verde"
Extrañamente todo el mundo empieza a tener remeras verdes para mí, incluso yo.
Busco, busco hasta que la encuentro en la puerta de una heladería, de esas que aún están en banfield con asientos colgantes en los que uno toma su helado (con almohadoncitos verdes y blancos, rayados, sea banfield o no)
Entro a la heladeria en reclamo de unos 20 pesos que ya dejan de tener sentido, la chica es esa aunque ya no tenga una remera verde sino el pelo rojo y probablemente un bebé que no recuerdo muy bien. Me siento en un banco a esperar mi helado (¿yo quería un helado?). El dueño del local se sienta al lado mío y me empieza a hablar de la crítica de la razón práctica y el imperativo categórico: "no podemos vivir robándonos los unos a los otros".
Un "así no se puede vivir" pero dicho de forma más elegante digamos.

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