Era judía y estaba encerrada en una casa para que los nazis no me encontraran. Extrañamente la casa era una casa común y corriente con todas las ventanas abiertas. Un lugar poco apto para esconderse.
Llegan a buscarnos.
Un viejito vestido de militar parecido a Perón esperaba en la puerta de la casa a unos metros, pero no nos querían llevar a todos, solo a algunos por el momento: "que te lleven debe ser lo peor, dicen que es peor que morir, te violan con sillas" (?)
Me quedo en la casa pero a causa de la desesperación empezamos a buscar distintas cosas con las que suicidarnos, la mayoría comidas.
"Cloro", "no , esto nos va a dar sed cuando nos lleven".
"Este huevo que está verde..." "no, a ver si nos agarra descompostura, lo que queremos es morir".
Preparamos una pasta mezclando distintas cosas podridas de la heladera, se forma un extraño y saturado rosa. Empezamos a comer la pasta horrible "tiene el salamin, no?" "si".
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