nadie sabía su verdadero nombre
por momentos hasta ella lo olvidaba,
el que la llamaran por apodos dificultaba la situación
y las canciones la confundían,
siempre la confundían
su olor a croqueta y aguda voz la identificaban
quizás por todas esas características que la hacían reconocible es que nadie se preocupó jamás por saber su verdadero nombre:
"torito",
aunque pareciera un pequeño puma
si alguien le hubiera preguntado de seguro ella habría respondido
y entonces hoy nadie la llamaría "simona".
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